5.24.2010

¿Qué diría Freud?

Tuve una pesadilla. Seres humanos, muuuuy pequeños, invadían la ciudad. Yo me daba cuenta de eso cuando al ir por mi café matutino, en lugar de barista, había un personaje sacado como de Reality Show gringo, no me preguntaba mi nombre, y al final me decía "disfrutalo porque es el último que beberás". Recuerdo que la yo de sueño pensó que era un error de novatos, pero cuando a la señora de atrás le hizo la misma advertencia (eso sí, hablándole de usted) me asusté de verdad. Fui a la escuela, mucho seres pequeños por todos lados. Mi maestra medía medio metro menos, lo chistoso es que nadie mas lo notaba; de hecho todos decían que yo exageraba y desde mi 1.72 de estatura todos son chaparros.
Pasó el día en el sueño y yo venía de regreso para mi casa, pero en el metro, La Guereja (quién también estaba en la línea café con todo y el vestuario del programa) me asaltaba y se llevaba mi mochila. No le daba mayor importancia, hasta que al regresar de pasear a mis perros en la noche notaba la puerta abierta y toda la casa desordenada. Miles de enanos con cuchillos se acercaron a darme la "bienvenida"... yo corría y corría y corría (claro, en el sueño el departamento medía tres hectáreas) y al final, al tropezarme con el cargador de mi celular, me desperté.
Fue un sueño muy extraño. Creo que ahora le tengo pavor a los enanos, tengo esa sensación de que es mucha maldad comprimida